El presente documento reporta y analiza los casos de desplazados internos por violencia registrados y atendidos por Cristosal y la Fundación Quetzalcóatl durante el año 2017. La información considerada aquí toma en cuenta únicamente a las familias desplazadas dentro de los límites de la frontera nacional que fueron atendidas directamente por ambas instituciones, y en muchos de los casos también interpusieron denuncias ante instancias estatales contando con acompañamiento legal y en situaciones puntuales también con acompañamiento psicosocial a las víctimas. El tipo de movilidad humana considerado en este Informe es consecuencia de la extrema violencia que ha experimentado el país en los últimos 15 años y que ha conducido a caracterizarlo como un lugar, sin conflictos armados, de mayor violencia letal y de mayor número de desplazados internos en la región (Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno [IDMC, por sus siglas en inglés] y Consejo Noruego para los Refugiados, 2017). Víctimas de múltiples formas de violencia se ven afectadas en el ejercicio de sus derechos humanos, mientras los graves daños físicos, materiales, sociales y psicológicos a los que han sido expuestas quedan sin respuesta oficial, obligándoles a recurrir a redes familiares, sociales o de tráfico para desplazarse internamente o abandonar el país como última opción.