Justicia Transicional

Buscamos provocar un cambio social y político reconociendo el sufrimiento de las víctimas en eventos graves del pasado, sus causas y responsables para garantizar que no vuelva a pasar.

Acompañamos y representamos legalmente a las víctimas de estos eventos graves (crímines de guerra) que demandan justicia. 

Caso Masacre El Mozote y sitios aledaños

En diciembre de 1981, el Batallón Atlacatl del Ejército salvadoreño, entrenado en Estados Unidos, mató sistemáticamente a unas mil personas en el cantón El Mozote y lugares aledaños. Este hecho es considerado como la mayor masacre de civiles por parte de fuerzas gubernamentales en América Latina. Después de la guerra civil se aprobó una ley de amnistía que impedía el enjuiciamiento de crímenes de guerra, lo que simbolizó una actitud generalizada de que los crímenes no serían castigados y las víctimas no importaban.

En julio de 2016, el Tribunal Supremo de El Salvador (Sala de lo Constitucional), revocó la ley de amnistía. Ahora, Cristosal está apoyando a la organización Tutela Legal en su procesamiento privado del caso. El caso de El Mozote es más que exigir justicia merecida para las víctimas y sus familias. También está sentando un precedente en el sistema legal nacional y mostrando a las víctimas actuales de la violencia que el sistema legal puede y actuará por ellos.

La búsqueda de justicia para las violaciones de los derechos humanos envía un mensaje que no solo resuena en El Salvador, sino en todo el mundo. A través del caso de El Mozote, Cristosal enfatiza que las violaciones de derechos humanos contra todos los humanos en todos los lugares son inaceptables.

Caso Masacre El Calabozo

A partir del 17 de agosto de 1982 en los municipios de San Esteban Catarina, Santo Domingo, San Esteban, Santa Clara y San Lorenzo, del departamento de San Vicente, la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) desplegó uno de los mayores operativos militares hasta entonces realizados en la región, implicando a unos cuatro mil efectivos militares.

La operación se denominó “Teniente Coronel Mario Azenón Palma”, y en la misma participaron los Batallones de Reacción Inmediata Atlacatl, Ramón Belloso y Atonal. También se sumaron tropas del Destacamento Militar N° 2 y la 5ta Brigada de Infantería.

El 22 de agosto de 1982, en horas de la mañana, efectivos del Batallón Atlacatl dieron alcance a un grupo numeroso de civiles en las laderas del río Amatitán, en el punto conocido como El Calabozo, dando muerte con extrema barbarie a más de 200 personas, vertiendo ácido en sus cuerpos y quemando decenas de cadáveres. La masacre de El Calabozo constituyó el “éxito militar” que la FAES esperaba, concluyendo la primera fase de la operación al día siguiente, con el anuncio de numerosas bajas de “terroristas”.

Muchas de las personas fueron localizadas por la FAES y exterminadas en las orillas del Río Jutiapa, Santa Rosa, la calle de Santa Clara que conduce a San Ildefonso y los alrededores de El Calabozo.