Los Principios Rectores en el proceso de las consultas
En 1992, el Secretario General de las Naciones Unidas publicó un informe que encontró que no existe una “clara declaración” de los derechos de las personas desplazadas internas en el derecho internacional y destacó la necesidad de crear un marco normativo de referencia para responder al desplazamiento forzado interno. El hecho de que muchos gobiernos pudieran oponerse a la adopción de un tratado internacional condujo a la propuesta de que la Comisión de Derechos Humanos construyera un instrumento no vinculante con un “cuerpo de principios integral y universalmente aplicable” extraído del derecho internacional en vigor para garantizar la protección efectiva de las personas desplazadas internas y establecer un centro de coordinación dentro del sistema de derechos humanos de la ONU1. Esto condujo a la designación del primer “Representante del Secretario General sobre los derechos humanos de los desplazados internos”, Francis Deng, quien, junto con un equipo de expertos jurídicos, desarrolló los Principios Rectores. El conjunto de 30 principios se basa en gran parte en los derechos humanos y el derecho humanitario ya existente, y está inspirado por analogía en las normas del derecho relativo a los refugiados.