San Salvador, 27 de noviembre de 2024
Cristosal, una organización defensora de derechos humanos con cerca de 25 años de trabajo, denuncia el acoso y la persecución sistemática que enfrenta por parte del Estado salvadoreño, y que se ha convertido en una política de represión para callar las voces críticas de la sociedad civil mediante el uso arbitrario de instituciones. Una práctica que también pone en riesgo los derechos fundamentales de toda la población.
En fechas recientes, personas vinculadas al trabajo de Cristosal han sido sujetas a procedimientos arbitrarios e ilegales que vulneran sus derechos a la libertad e integridad. Esto fue realizado por miembros de instituciones del sistema policial-penal, con evidentes propósitos de intimidación y represalia por el trabajo que Cristosal desarrolla al acompañar a víctimas de abusos de poder y violaciones de los derechos humanos, así como su lucha contra la impunidad y la corrupción. Los responsables de estos actos de acoso arbitrario expresaron explícitamente propósitos de persecución contra la organización.
Estos sucesos se han producido en el contexto de repetidos ataques públicos contra Cristosal y otras organizaciones defensoras, realizados por las administraciones del gobierno de Nayib Bukele. Dichos ataques, liderados por él y otros funcionarios, van acompañados de un acoso digital masivo generado por cuentas con identidades falsas. Además, forman parte de un discurso de odio cuyo objetivo es hostigar, descalificar y amedrentar el trabajo en defensa de los derechos en El Salvador, a través de acciones como:
• Espionaje telefónico hacia personas que laboran en la organización, como en el caso del director ejecutivo de Cristosal, Noah Bullock.
• Ataques digitales y phishing dirigidos a voceros y voceras de la organización, documentados en informes especializados. Solo en 2024 nuestras plataformas digitales registran más de 100 intentos de vulneración de nuestras cuentas. Además, las vocerías reciben ataques sistemáticos en plataformas digitales, con especial énfasis en las mujeres. En lo que va del año, de cada cuatro insultos, tres son hacia las voceras, quienes en promedio reciben insultos y amenazas: una por hora. Así como descrédito a través de medios oficialistas.
• Acoso administrativo diseñado para poner en riesgo la continuidad del funcionamiento de Cristosal.
• Perfilamiento policial de personas que ejercen las vocerías de Cristosal.